Después de 15 o 20 años -soy así de lento- creo que me dí cuenta. Siempre me había preguntado por qué el protagonista de un cuento de Raymond Carver (ya me acordaré cuál) entraba a un bar y pedía RC Cola para mezclarla con no sé qué. ¿Por qué no Coca-Cola? Por algún impedimento comercial. De contra, de repente. Tal vez para hacer una guiñada local: por ahí en su circuito de pubs la RC Cola -que existe o existió: eso lo averigüé en su momento- era una costumbre de parroquianos. Acá, en el Sporting, hay una bebida gomosa que sirve para hacer una cosa llamada Cóctel-Cola. Quién sabe si no harían algo así con la RC Cola. Pero ayer, viendo un comunicado de otro escritor, uno del paisito, que no tiene nada que ver con Carver, me resultó obvio.
RC eran las iniciales de Carver.
Brindo con JG Lager. Feliz 2012.
Aah, pierdo un lastre de la mochila cada vez que cometo una de esas equivocaciones de intelectualín. A esta altura ya debo haber abandonado el sistema solar.
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