domingo, 30 de enero de 2011

Inherent Vice, ilegal

Arena, como hacía tiempo que no, y libros, como hace tiempo que sí. Cayeron los cuentos de Junot Díaz (buenísimos, a la altura retroactiva de Oscar Wao, fea traducción ibérica), el Cuaderno cubano de Benedetti (laburo, pero también placer), El club político de Germán Rama (ídem), Coca y Tierra en la boca de Martínez Moreno (qué tipo interesante), Fabril de Horacio Cavallo (un viaje al pasado), Nadie recuerda a Mlejnas de Ramiro Sanchiz (una linda tomada de pelo a varios asuntos rioplatenses), Para esta noche del gran Juan Carlos (que mejora en cada relectura) y, sobre todo, Inherent Vice, del inmenso Thomas Pynchon.


Inherent Vice es rara, pero sin dudas es la novela más accesible de TP. Es decir, si la idea es recomendar acercarse por lo más simple, P no tiene novela más lineal que esta. Empezando por que se trata de un policial. Claro que el detective es un fumeta perdido, que tiene lagunas y desmayos varios, además de alucinaciones y trastornos producidos por drogas menos naturales que el faso. Pero la idea acá no es contar la historia, sino traducir impunemente algunos pasajes que se me antojan de lo más poético de P, por decirle de alguna manera a esas frases donde une imaginería rutera con percepciones existenciales, observación del entorno y análisis histórico, pop y paisaje, alta y baja, surf y sonido, que tan bien se le daban en Vineland, mi novela favorita de Pynch, que ahora tiene una competidora no en calidad, pero sí en simpatía.

Así que sin más, por estos días planeo traer al español algunos tramitos de Inherent Vice, que no sé como se terminará llamándose en este idioma, ya que "inherent vice" es (además de lo obvio) una figura legal que no sé si equivale a "vicio inherente", y no tengo ganas de averiguarlo porque la jerga legal es desagradable y porque de todos modos ya vendrá algún catalán extra brut a ponerle un título horrible.

Una más: Doc Sportello, protagonista de Inherent Vice, es primo literario de The Dude, héroe de Big Lebowski; entre las familias de Pynchon y los Coen hay genes repetidos.

Bueno, así arranca el capítulo dos. En algún momento de 1970 (pero después de los asesinatos del Clan Manson), Los Angeles, EEUU:

Doc se metió en la autopista de salida. Los carriles más al este hervían de kombis Volkswagen pintadas con arabescos nerviosos, Chrystlers V8 en ablande, woodies con carrocería de auténtico pino Dearborn, Porsches manejados por estrellas de TV, Cadillacs acarreando dentistas a encuentros extramatrimoniales, camionetas sin ventanas por afuera y dramas adolescentes morbosos adentro, pickups con colchones llenos de primos del campo venidos del valle de San Joaquín, todos rodando juntos hacia esos grandes campos sin horizonte edilicio, bajo los cables de alta tensión, las radios de todo el mundo concentradas en el mismo par de estaciones AM, bajo un cielo de leche aguada y el bombardeo blanco de un sol convertido por el smog en apenas una mancha de probabilidad, fuera de cuya luz uno empezaba a preguntarse si algo de lo que llamamos psicodélico podría haber pasado en verdad o si -¡qué bajón!- en realidad todo este tiempo había estado ocurriendo más al norte.

5 comentarios:

  1. Creo que la receta para traducir títulos de Pynchon es más o menos así: abrir el libro al azar, buscar cualquier oración o cualquier palabreja llamativa y encontrarle algún oscuro equivalente castellano...

    ResponderEliminar
  2. En verdad, hasta "Contraluz" venían bastante bien. El tema es que, según recuerdo (lo averigué cuando salió), era una cita bíblica traducible como "Para este día", lo que, pienso en broma, lo acercaba demasiado a un título del gran JCO. El tema de fondo es que me parece que los catalanes son malos traductores del inglés, pero supongo que se trata de puro resentimiento editorial, aunque bastante comprensible, porque es de locos que una zona que se emperra en combatir el español en beneficio de un dialecto berreta concentre tantas decisiones que implican a nuestro idioma.

    ResponderEliminar
  3. Lo gracioso es que una de las secciones del libro se llama "against the day", y ahí lo tradujeron bien... pero no lo mantuvieron en el título de la novela... incomprensible!

    ResponderEliminar
  4. Pensaba que era "Contra el día", no "Para este día"... ¿alguien me puede ayudar? Aún no leí Contraluz, ahora estoy por Infinite Jest de DFW.

    ResponderEliminar
  5. Sería más bien "para el día", no "para este día". Igual hay unas cuantas interpretaciones, porque no sólo está la fuente bíblica, sino también las referencias internas a la novela. En esta página está todo (o casi):

    http://against-the-day.pynchonwiki.com/wiki/index.php?title=Against_the_Day_Title#Title_References_Oblique_and_Otherwise

    ResponderEliminar