Ví Cincuenta sombras de
Grey. No es tan mala; es mala, nomás. Me sorpendieron varias
cosas. Pensaba, para empezar, que era una película hot. Se sabe: no
todos nos entibiamos con los mismos estímulos. Pero lo de esta
película sería, como mucho, erotismo soft. Esperaba algo mucho más
intenso, sobre todo porque había escuchado hablar de SM, relaciones
desparejas, machismo extremo y cosas así. Pero la película es
correctísima. No se la pasan curtiendo (anachronic pun
intended) el cuarto de juegos: se la pasan
discutiendo un contrato. Sin metáfora: el tipo quiere que ella firme
un contrato para poder disponer tranquilo, pero ella negocia,
negocia, y finalmente no lo firma.
Por eso digo que la
película no es muy mala: hay
que tratar de verla pensando en una versión berreta de The Master, o
sea, como si fuera la historia de dos cabecitas peculiares dándose
de frente. A él le gusta atar y dar latigazos, y lo raro es que como
tiene mucha plata, precisa
mucho papeleo previo para no perder su propiedad
en un juicio. Ella tiene casi 30 y es virgen, y lo raro es que sigue
invicta porque está esperando al hombre de su vida. Se
gustan, se precisan, le dan, se repelen, ella se va.
Igual que en Ese
oscuro objeto del deseo
(un hermoso buñuelazo que hoy sería imposible filmar por
incorrecto), el hombre tiene la plata pero no el control: es presa de una obsesión. La mujer, en cambio, se acerca y se aleja a piacere.
Acá
viene lo otro que me sorprendió mucho después de haber leído varias críticas de plumas feministas: en el mundo de la historia, las mujeres
tienen el control casi total. La chica no sólo cede lo que quiere y
cuando quiere, sino que al final se salva solita, sin necesidad de
héroe o heroína alguna que la rescate. El muchacho, por su
parte, será un empresario de la hostia, pero vive pendiente de las llamadas de
su... mamá. Además, asume
sus preferencias como un desvío y todo el tiempo se la pasa quejando
de la amiga de su madre que lo inició en el viaje, sin retorno
aparente, de la sumisión. Por más regalos caros que reparta, el
universo de Mr Grey es absolutamente colpocéntrico.
Me han dicho que la película es peligrosa porque presenta las relaciones
SM como algo liviano y
podría incitar a que jóvenes desinformados cayeran en las garras de
jodedores experientes.
Puede ser. Si es así, si
el potencial propagandístico alcanza para juzgar definitivamente,
habrá
que impugnar al 95% del audiovisual comercial por presentar las
actividades mafiosas, policiales,
militares como
atractivas y entretenidas.
No
leí, por supuesto, las novelas en las que se basó la película:
hasta una horita y media de cine berreta banco, pero ya rastrillar un
epub lleva su tiempo. Igual las wikipedié y, por lo que entendí, al
final del tercer libro la muchachita cura al millonario y tienen uno
o dos hijos. Supongo que si busco un poco más encontraré quejas por
dicriminación de la comunidad SM, que seguro está organizada y
tiene voceros en cada capital.