lunes, 10 de noviembre de 2014

He entrado al blog

Dos amigos me envidian por estar recién enamorado de "Un buen día", de los Planetas: la canción tiene 15 años y yo la escuché hace unos días. Pero no son tan pocos días. Ya va para la semana y me sigue pareciendo una canción muy grande, muy perfecta. Se me ocurre que podría pasarme unos cuantos días tratando de escribir todo lo que me ha hecho pensar.



Como soy bestial, voy a ir de lo general a lo particular. Hay mil detalles de la "Un buen día" que me enganchan, pero el más pesado creo que tiene que ver con la duración. Es una canción que precisa transcurrir para contar bien lo que cuenta. En una especie de día cíclico el tipo nos dice todo lo que hace para no pensar en una persona que lo obsesiona. Ese día, que engancha con el anterior o el siguiente, va pasando a lo largo de esos tres minutos. Es necesario que se diga todo para que el tema cierre y vuelva a empezar. Es necesario para entender el esfuerzo que hace el tipo, pero también para que veamos la tristeza de ese día inutil y la inutilidad de ese día triste en el que se ríe y se da vuelta y sube y baja muchas veces, además de pegarse varias siestas para luego soltar que no puede dormir. Al lado de "Un buen día", la mayoría de la canciones podrían aplastarse en treinta segundos, superponer todos sus versos en dos o tres. "Un buen día",en cambio, ni siquiera tiene estribillo letrístico -sí musical- y esa es una de las claves: hay mucho y muy poco para contar, pero lo que hay que contar debe ser dicho en el tiempo.

Ahora, este es "Un buen día". Yo pienso que es así porque es el mejor después de varias semanas terribles, el principio del levante, el momento en que el tiempo, solo, va atenuando la pérdida. Por eso todo lo de la tristeza -millones de rayas incluídas- se matiza, no sólo por la luz de la melodía a lo Byrds-Calamaro, sino por ese mismo poder nombrar lo que no se quiere nombrar.

Acá ya empecé a meterme con la música y espero seguir, pero otro día. No soy Alan Pollack pero sé tocar la guitarra y algo podré decir de esta canción, que también en su composición tiene eso que amamos los hombres: redondeces.

Continuación

He encontrado en un foro la carta que le escribió a su hijo el padre de Jota -cantante y letrista de Los Planetas- la semana en que "Un Buen Día" llegó al número 1 en el ranking de la Radio Popular de Sevilla. Transcribo fragmentos:


Querido hijo:
he quedado muy contento al escuchar tu canción en la radio. Es muy bonita. Tu madre y yo estamos muy orgullosos de lo que has logrado desde que te marchaste de casa. Pero también tengo que decirte que lo que pones allí nos ha dejado un poco preocupados. Hijo, es que estás muy triste. Lo estás pasando fatal. Todos los días haciendo lo mismo. Dándole de caña por la noches y luego de siesta en siesta. Te la pasas bebiendo con los del grupete... ¡y ni siquiera ensayáis! Y el Eric ese... hijo, te vas a hacer daño. [...] A mí también me gusta ir de copas, pero todo tiene un límite. Ya vas a ver que en cuanto dejes de meterte esas cosas por la nariz te empiezas a sentir mejor y olvidas a esa chavala. No hay nada como el trabajo para matar las penas. Es cuestión de enderezarse un poco y luego las cosas se enderezan solas. Si hacéis una música maravillosa. Disfrútalo tú que puedes, que yo he tenido que currar toda mi vida. [...] Piénsatelo bien. Puedes venirte unos días con nosotros, vas a ver lo bien que te sienta comer en casa. Lo que te pido es que dejes de subirte bebido a la moto. Ah, y dice tu madre que te abrigues si vas de noche, que a la ida no hace nada de frío pero luego refresca.

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