sábado, 18 de febrero de 2012

Algo bueno sobre Antígona Oriental (que no es Antígona Oriental)

Fui a ver Antígona Oriental. Me dejó muy preocupado: me parece que no ayuda en lo más mínimo a entender qué pasó en los 60 y 70. Bárbaro, pone testimonios durísimos en circulación. Pero todo queda reducido a una lucha entre malos y buenas. La multiplicidad de situaciones de las víctimas de terrorismo de Estado queda reducida, primero, a una glorificación de la condición de víctima y, luego, patéticamente subsumida en un discursete new age que amenaza con borrar los ideales originales que alimentaban la lucha política hace medio siglo. Al contrario que a Sófocles, al team germano-uruguayo que craneó esta obra no le interesa explicar la base del conflicto entre hermanos.

Pero yo lo digo muy mal, el teatro no es lo mío, y todavía estoy confundido. Supongo que le achaco a Antígona Oriental un problema que la supera ampliamente: no hay un discurso histórico consensuado sobre lo que ocurrió entre fines de los 60 y principios de los 70. De hecho, si algo bueno tiene la obra (obra de arte al fin) es obligar a la reflexión.

Por eso, me alegró mucho encontrar esta columna de Margarita Michelini:
http://cosasdelavida.com.uy/bazar/en-cartel/item/188-ant%C3%ADgona-oriental-desorientada.html